El Agave rhodacantha, conocido popularmente como Maguey Mexicano, se reproduce a través de bulbillos, que son brotes vegetativos que surgen en los pedúnculos florales, en el tallo y en los brotes axilares entre las hojas. Estos bulbillos se recolectan cuando miden entre 5 y 10 cm y se trasladan a viveros. En este ambiente controlado, los bulbillos crecen durante aproximadamente un año y medio hasta alcanzar el tamaño óptimo para su trasplante al campo definitivo. Este método de reproducción asegura la continuidad genética de la planta y es fundamental para la conservación de las características específicas del Maguey Mexicano.
La práctica de cultivar bulbillos en viveros antes de su trasplante final es una estrategia agrícola que maximiza la tasa de supervivencia y el crecimiento saludable de las plantas jóvenes. Este enfoque permite un desarrollo más robusto y uniforme, lo que es crucial para la producción de agaves de alta calidad, necesarios para la elaboración de mezcal y otros productos derivados. Además, este proceso refleja la intersección de técnicas agrícolas tradicionales con conocimientos botánicos modernos, demostrando cómo las prácticas ancestrales pueden adaptarse y prosperar en el contexto contemporáneo.
Foto tomada en san Miguel Ejutla, Oaxaca.
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